Músico, compositor, escritor, poeta, actor, modelo e incluso pintor. Pete Doherty tocó prácticamente todas las artes y logró copar portadas y titulares en medio mundo, pero desgraciadamente terminó poniendo en riesgo su vida por culpa de su adicción a las drogas. Muchos le recordarán por ser el líder de la banda The Libertines, muchos otros por su mediática relación con la modelo Kate Moss. Sea como fuere, acaba de conceder una íntima entrevista para el tabloide británico The Mirror en la que ha confesado, entre otras cosas, que estuvo a punto de perder los dos pies por su excesivo consumo de heroína.
“Estaba sobrepasando los límites de verdad. Hubo un par de ocasiones en que estuve a punto de perder los pies y otras cosas horribles por el estilo. Estuve muy, muy cerca por culpa de tanto pincharme. Eso es lo que ocurre cuando te quedas sin venas sanas. Ahora parece que todo eso fue hace mucho tiempo, pero fue un infierno”, desveló. Él describe los momentos más difíciles como “encuentros cercanos con la muerte” e incluso se llegó a temer por un desenlace como el de artistas como Amy Winehouse, con la que por otra parte salió durante un tiempo.
Doherty abandonó la universidad a los 19 años y se mudó a un apartamento con su amigo Carl Barat, con el que poco después fundaría The Libertines. Mientras cantaba, Pete continuaba con su caída y con unas adicciones que le llevó a trabajar como prostituto y como traficante para poder costearse la heroína y el crack. Su fama comenzó a crecer y en la década de los 2000 se convirtió en un habitual en la prensa del corazón. Su relación con Kate Moss, su estilo de vida salvaje y sus continuas detenciones copaban titulares, especialmente por temas como pintar un retrato con sangre o ser expulsado de una clínica de rehabilitación por ser una mala influencia para otros pacientes. No fue el único escándalo en el que se vio envuelto: en 2006 el actor Mark Blanco murió al caer desde un piso en el que estaban Pete y varios amigos de fiesta. Y parece que la heroína no solo castigó a Doherty en The Libertines, pues su compañero Alan Wass falleció en 2015 a causa de una sobredosis por la misma sustancia.
Pete se mudó a Francia y allí continuó con una vida repleta de altercados. Fue multado con 10.000 euros a finales de 2019 por “violencia estando ebrio” y recibió una sentencia de prisión de tres meses que fue finalmente suspendida. Además, fue arrestado en otras dos ocasiones por comprar cocaína y después por discutir con dos ciudadanos. En ese momento decidió dejar las drogas: “Fue difícil. No hubo un momento de epifanía. Fueron tantos años de ir a centros de rehabilitación y probar diferentes métodos. Hice de todo, desde vomitar en un monasterio de Tailandia hasta diferentes clínicas. Y personas que habían estado en una adicción me decían: ‘Un día sabrás que es el momento de parar’. De alguna manera todo ha cambiado”.
Ahora disfruta en Francia de “una existencia tranquila y sencilla”, paseando a sus perros, paseando por el pueblo, comprando el periódico, tomando café o viendo cine clásico. Allí vive con Katia, la mujer con la que se casó el pasado septiembre y la que reivindica su papel en el buen estado de Doherty en los últimos dos años. “Mi esposa está realmente molesta porque ando diciendo que Frédéric vino y me salvó, y ella dice: ‘¿Qué hay de nuestro amor?’ Es solo que siento que hay algo raro en ir por ahí diciendo cuánto amo a mi esposa”, confiesa Pete. El Frederic al que se refiere es el mismo con el que recientemente ha sacado la canción ‘The Fantasy Life of Poetry & Crime’.